miércoles, 7 de noviembre de 2007

Sparklines: Gráficos en miniatura


Es probable que su nombre sea más llamativo que exacto ("líneas-chispa"), pero nadie niega la ola de novedad y nuevas posibilidades que las sparklines han arrojado contra las costas del World Wide Web más informativo. Por decirlo llanamente, los sparklines son minigráficos que se insertan en el cuerpo de un texto, justo entre una palabra y otra, dentro de una misma línea, de forma que complementen a lo dicho por palabras en el momento en que se citan los datos. Un ejemplo de su uso sería como complemento de un párrafo en el que se trata la variación de la inflación en España en los últimos doce meses. Pero veamos qué forma puede presentar el conjunto:


Sin embargo, decir que ésta es su única naturaleza sería mentir, y pronto comprobaremos que su apariencia y posibilidades van mucho más allá. Y es que, por extensión, sparkline es un término que ha acabado por aplicarse a todos aquellos gráficos capaces de condensar parcamente mucha información en un espacio muy reducido. El siguiente ejemplo, pensado para los ejecutivos de una aerolínea norteamericana, reúne en una sola página las principales variables que pueden requerir su atención, con claridad y un rápido vistazo como máximo requerimiento.



En este otro caso, estamos ante un trabajo en el que se ha analizado el número de veces que ciertas palabras (como Irak o petróleo) han aparecido en los últimos discursos de George W. Bush sobre el estado de la nación, indicando en cada caso en qué contexto aparece cada una.



En definitiva, las sparklines nos ofrecen posibilidades de compactación y visualización de datos hasta ahora inexistentes en tal número en tan poco espacio, y todo ello sin ser necesario romper la continuidad de la línea de texto. Ayudan a aclarar los torrentes de cifras y, como hemos visto en este último ejemplo, pueden incluso permitir la interacción del usuario y ser una plataforma de acceso a bases de datos más complejas.

El gurú de lo visual en Internet y padre del término,  Edward Tufte, ha escrito un artículo muy completo sobre el tema, con título "Sparklines: theory and practice". Para aquellos de vosotros a los que después de haberle echado un ojo os entre la comezón hiperactiva, en esta dirección podéis hacer vuestros pinitos y adentraros un poco más en la parte práctica del asunto. Que lo disfrutéis.